Ciudad 68
El Programa Universitario de Estudios sobre la Ciudad (PUEC) realizó un mapa web con georreferencias de los momentos más significativos del movimiento estudiantil y la XIX Olimpiada llevados a cabo en la Ciudad de México en el año de 1968.
El Programa Universitario de Estudios sobre la Ciudad (PUEC) realizó un mapa web con georreferencias de los momentos más significativos del movimiento estudiantil y la XIX Olimpiada llevados a cabo en la Ciudad de México en el año de 1968.
En protesta por la violación a la autonomía universitaria, el rector Javier Barros Sierra suspende las clases en todas las escuelas dependientes de la UNAM. En la Ciudad Universitaria, iza la bandera a media asta y convoca a una manifestación pacífica para el 1.º de agosto. El IPN también suspende actividades.
Casi dos meses después de los hechos de Tlatelolco, un sinnúmero de horas de asambleas, mítines relámpago y, sin alcanzar los seis puntos del pliego petitorio ni las tres condiciones previas al diálogo público, se efectúa el regreso a clases a la UNAM.
A pesar de las declaraciones que un día antes había hecho el CNH y la Coalición de Maestros donde exigieron diálogo público con las autoridades y afirmaron que: “El movimiento no tiene relación alguna con la próxima Olimpiada que se llevará a cabo en esta Ciudad Capital, por lo que de ninguna manera desean entorpecer una actividad de carácter internacional en la cual todos los mexicanos tenemos la responsabilidad de la representación de nuestro país, tanto en lo deportivo, social y cultural”. El ejército irrumpe en la Vocacional 7 del IPN a fuerza de metralletas, rifles M-1, máusers y pistolas.
Después de varios mítines relámpago organizados por el CNH en los días anteriores, se celebra en la Plaza de las Tres Culturas, Tlatelolco un mitin de 25,000 personas. En él, el Consejo Nacional de Huelga ratifica nuevamente su disposición de entablar un diálogo con las autoridades gubernamentales que conlleve a la solución satisfactoria del pliego petitorio.
Desde la Facultad de Medicina, el CNH informa que continuará en pie de lucha; sin embargo, en la Rectoría, Javier Barros Sierra hace un llamado para regresar a clases: “Es necesario y urgente el retorno a la normalidad”.
En una reunión efectuada en la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad Nacional Autónoma de México, el Consejo Nacional de Huelga da a conocer la decisión de continuar en paro estudiantil hasta el cumplimiento de las tres condiciones previas al diálogo público: libertad de todos los presos a partir del 23 de julio con motivo del conflicto; desocupación de todos los planteles educativos por las fuerzas policiaco-militares; cese de la represión.
Un mes después de la masacre de Tlatelolco, el Consejo Nacional de Huelga continúa intensificando su trabajo y reuniéndose diariamente. El 4 de noviembre se organizan diversas asambleas estudiantiles del Politécnico y la Universidad, donde deciden mantener el paro estudiantil hasta que se obtenga solución al pliego petitorio. Al día siguiente, 30 miembros del CNH se reúnen con Julio Sánchez Vargas, procurador general de la República, y le exigen la libertad de todos los estudiantes presos desde el 23 de julio.
El 6 de diciembre de 1968 fue oficialmente disuelto el Consejo Nacional de Huelga en una junta en la Escuela Superior de Ingeniería Mecánica y Eléctrica del IPN. Emitieron el Manifiesto a la Nación “2 de octubre”: “El movimiento estudiantil de julio ha surgido como resultado de viejos problemas planteados a un régimen que los ignora, los niega o que pretendiendo resolverlos, en realidad sólo consigue agravarlos y ha evidenciado ante el mundo la situación de miseria y falta de libertades políticas en las que viven la mayoría de los mexicanos. El carácter antidemocrático de las estructuras políticas del país que se manifiesta en su incapacidad para resolver auténticas demandas populares, es el resultado de prácticas políticas obsoletas y que no solucionan los problemas de la sociedad mexicana actual, la democracia en México es un mero concepto. (...) El Consejo Nacional de Huelga ha demandado la democratización de las prácticas políticas y lo ha hecho dando el ejemplo de democracia, ya que todos los centros educativos participantes han tenido permanente e irrestrictamente voz y voto en las decisiones tomadas, los órganos soberanos de nuestro movimiento han sido las asambleas de estudiantes y el pleno del Consejo Nacional de Huelga (...) La organización estudiantil debe concluir necesariamente en la organización popular que oponiéndose a las trabas que frenan el desarrollo histórico de México convierten en realidad el lema de nuestro movimiento: Libertades Democráticas. VENCEREMOS”.
El Consejo Nacional de Huelga Díaz organiza una conferencia de prensa en el Centro Médico de la Ciudad Universitaria donde informa que los estudiantes no provocaron ni prepararon o realizaron los sangrientos sucesos del 2 de octubre. Además, afirman que no obstaculizarán el desarrollo de la XIX Olimpiada, al establecer la “tregua olímpica”; sin embargo, las asambleas continúan en las escuelas en los días posteriores.
En una asamblea general en la Escuela Superior de Físico-Matemáticas surge formalmente el Consejo Nacional de Huelga (CNH), conformado por dos participantes por escuela. Para ese entonces, la unidad de todas las escuelas del IPN y la mayoría de la UNAM era una realidad, sumando un total de 59 núcleos de estudio. Así, el CNH emite su pliego petitorio con seis demandas: • Libertad a los presos políticos • Destitución de jefes policiales, los generales Luis Cueto Ramírez y Raúl Mendiolea y el teniente coronel, Armando Frías • Extinción del cuerpo de granaderos • Derogación del art. 145 y 145 bis del Código Penal Federal, que condenaba el delito de disolución social y funcionaba como el argumento jurídico que justificaba las agresiones • Indemnización a los familiares de los muertos y heridos desde el inicio del movimiento • Deslindamiento de responsabilidades de las autoridades